Siempre imaginamos a Brasil como un país de carnavales, mil colores y disfraces, con garotas, gentes joviales y alegres que hacen la vida ligera… pero la mayoría del año São Paulo NO es eso… ni siquiera lo es Rio de Janeiro. Eso sí, los brasileños son muy pasionales. Su comida es muy salada, su pimienta es muy picante, sus dulces muy dulces y su carnaval es muy carnaval. No hay tintes medios. Aún para quienes viven en Bogotá, acostumbrados al caos, al tráfico horrible, a la ciudad ruidosa y caótica, São Paulo o Rio pueden ser agobiantes. Un mar de gente apurada y desconfiada que no resulta tan amigable ni tan agradable como lo imaginan quienes sólo conocen a Brasil en las épocas de carnaval y post-carnaval en febrero y durante los mundiales de fútbol. Por otra parte el idioma… ¡ah, el idioma¡. Es una gran mentira decir que el portugués y el español son parecidos y que nos entendemos sin problemas. Lo primero es cierto… lo segundo no . De hecho es extremadamente fácil ma
... y buzos y bloggers