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Mostrando entradas de abril, 2012

Alma de Borracha (1)

Siempre imaginamos a Brasil como un país de carnavales, mil colores y disfraces, con garotas, gentes joviales y alegres que hacen la vida ligera… pero la mayoría del año São Paulo NO es eso… ni siquiera lo es Rio de Janeiro. Eso sí, los brasileños son muy pasionales. Su comida es muy salada, su pimienta es muy picante, sus dulces muy dulces y su carnaval es muy carnaval. No hay tintes medios. Aún para quienes viven en Bogotá, acostumbrados al caos, al tráfico horrible, a la ciudad ruidosa y caótica, São Paulo o Rio pueden ser agobiantes. Un mar de gente apurada y desconfiada que no resulta tan amigable ni tan agradable como lo imaginan quienes sólo conocen a Brasil en las épocas de carnaval y post-carnaval en febrero y durante los mundiales de fútbol. Por otra parte el idioma… ¡ah, el idioma¡. Es una gran mentira decir que el portugués y el español son parecidos y que nos entendemos sin problemas. Lo primero es cierto… lo segundo no . De hecho es extremadamente fácil ma

Primera impresión de Brasil - Paraty 2005.

Acá encontramos un clima horrible y estamos rogando para que vuelva a salir el sol. La hemos pasado muy bien, pero no llegaremos bronceados ni bucearemos. Con el portugués me ha ido bien, lo hablamos muy bien (especialmente Yudy), pero se necesita un poco de combustible. El sistema es así: 1 Cerveza - portugués gago 2 Cervezas - portugués hablado y leido 3 Cervezas - conversaciones fluidas y portugués escrito 4 Cervezas - disertaciones acerca de la historia del Brasil y fútbol 5 cervezas - amplia experiencia en relaciones internacionales latinoamericanas 6 cervezas - escritura de ensayos de filosofia en Portugués 7 cervezas - podemos escoger acento carioca, paulista, certão o de Portugal 8 cervezas - caraoke y danza en portugués nativo 20 cervezas - portugués, chino, japonés, alemán, inglés, frances, italiano y español, hablados y escritos y SAMBA Cuando estamos de afán nos toca apelar al caipirinha, que tiene un efecto más rápido que la cerveza. Ahora estamos en un pueblo costero ll

QUICK QUICKLY

Decidido, Mauricio se sentó con su café frente al teclado, se acomodó las   gafas y trató de imaginar qué estaría pensando Germán cuando se apropió y escribió la historia de Angelita y Jorge Enrique acerca del “quik, quik, quik”. Trató de ponerse en su lugar y entrar en su mente para apropiarse, a su vez, de la historia acerca de su hermano escribiendo un cuento. Lo primero que se le ocurrió es que Germán estaría escuchando música… el rango era amplio: Santana, The Beatles, o quizás Beethoven o Mozart; algo que le proporcionara una atmósfera de tranquilidad y estimulara su imaginación para narrar como suya una historia ajena acerca de un animal que no vio, en un apartamento que apenas conoce en fotos, frente al campus de una universidad extraña, en una ciudad lejana. Su pantalla de Word (la de Mauricio) sigue en blanco, aunque eso no le afana. Se le ocurre que la música le ayudará a crear la atmósfera adecuada para empezar a narrar su propia historia ajena. Recuerda entonces