Hoy decidí variar mi menú de la cena que consiste en un práctico sandwich de queso. Para hacerlo más interesante, ácido y dulce a la vez, fui al supermercado a comprar unos tomates para preparar un novedoso Sandwich de queso con tomate. Nada que merezca ser contado.
Hace unos días, en una de las clases que hemos tenido acerca de la cultura Brasileña, uno de nuestros profesores, un tipo grande con cara de bonachón llamado Alfredo, nos explicaba que Brasil adora las ambiguedades. Citaba como ejemplo la adoración mediática Brasileña por el travestismo que llevó a la fama, entre otras, a la noventera Roberta Close. Roberta era una modelo Brasileña de dulce rostro que hacía temblar al más macho de los machos y que fue tema de moda en círculos aguardienteros de aquella generación adulta que discutía si ella era un engaño.
Para ilustrar un poco más mi acusación de ambiguedad, he usado una técnica altamente imprecisa, arbitraria y no-científica, que llamaré técnica Google **: al buscar "Brazil ambiguity" aparecen nada menos que 2'920.000 resultados en el citado buscador - en 0.22 sg -. Es decir, esto de la ambiguedad Brasileña no se lo inventó el profesor de la noche a la mañana.
Son siglos de perfeccionamiento en ambiguedad, consecuencia de mezclas culturales y eventos sin precedentes desde la misma fundación de Brasil como nación. Brasil ha sido el único país que cambió de ser colonia de un imperio a ser el imperio mismo y después pasó a ser otro imperio. La única monarquía constitucional de las Américas, con rey europeo descendiente de la casa de los Borbón y reina de la casa de los Austria. No sólo es un caso único... también es ambiguo: ser colonia-imperio y luego monarquía-constitucional.
Otra gran ambiguedad se presenta en el caipirinha (que ya he descrito). Es un cocktail con nombre de postre; se toma pensado que no va a hacer daño y resulta casi letal. Para ver lo particular que es esto, sólo hay que analizar otros nombres de cocteles famosos: Destornillador, Cabeza de Jabalí, Bloody Mary (o su variación con tequila, María Sangrienta), Coco loco, Terremoto, Black Russian, o bien otros que al menos dicen que trago tienen: Tequila Sunrise, Pisco Sour, Gin Tonic, Whiscola... al leer el nombre se sabe que se enfrentará un vaso con contenido alcohólico digno de un cosaco, que debe ser manejado con cuidado y moderación; por supuesto que hay cocteles con nombres menos agresivos: Cosmopolitan, Daiquirí, Piña Colada y otros nombres suaves y evocadores, pero considerablemente menos embriagantes siendo consistentes con sus suaves nombres. Lo peor es que las variaciones del caipirinha, aunque mencionan el trago que reemplaza a la cachaça conservan la ambigua ternura en su nombre: Vodkerinha y Sakerinha.
Inclusive los sentimientos acá pueden ser ambiguos. El término portugués intraducible y casi indescriptible "saudade" se refiere a un sentimiento que mezcla nostalgia, tristeza, alegría, extrañeza, pérdida, falta, distancia, amor... todo metido en una ambigua y sonora palabra de tres sílabas, que es además una mezcla de soledad, salud y saludar (solidão, saúde y saudar).
Hay innumerables ejemplos de ambiguedades en el país del fútbol y la samba, pero el que realmente me parece molesto e indignante es el del CAQUÍ. Y me molesta, tengo que adminitirlo, por motivos enteramente personales.
Hoy al regresar del supermercado con mi bandeja de tomates - R$3.90 por ocho unidades-, ya con el pan y el queso dispuestos empiezo a cortar un apetitoso y rojo tomate para descubrir que en realidad era un dulcísimo caquí!
Vean la foto y juzguen ustedes y si alguien que no sea brasileño me puede decir, sólo viéndolos, que esos en realidad son caquís, ¡Que me lance el primer tomate!
Mientras tratan de buscar diferencias con un tomate, yo me retiro a comer mi cena: un suculento sandwich de queso... y de postre: caquí!
** La técnica Google consiste en escribir lo que a uno se le ocurra en Google y contar cuantos resultados obtiene. bajo este impreciso, ambiguo y excéntrico termómetro, un número alto indica que la expresión es bastante común. Por ejemplo, el célebre "ublime" aparece sólo 417.000 veces y tarda 0.37sg
Comparto el comentario de Mauricio. Me parece una excelente referencia:
ResponderEliminarHola César
Ya que nos habla de la increíble historia de la independencia de Brasil, por favor visita el monumento de Ipiranga en Sao Paulo, y lleva una ofrenda (una caiphiriña) ?al emperador Pedro primero por cuenta mía.
Mas extraordinaria es la historia de Pedro II, un curioso intelectual humanista y poliglota que escribía latín, frances, aleman, griego, ingles, hebreo, chino y otros, se escribía con Wagner, Darwin,con una erudición que dicen impresiono a Nietsche.
La historia la acabo de leer en "El imperio eres tu " del español Javier Moro, un periodista y escritor del corte de Dominique Lapierre que es su tío.
Nunca cambias aunque todavía no se cuanto cuestan veinte empanadas y media si cada empanada y media cuesta centavo y medio.Abrazos
ResponderEliminarNunca cambias aunque todavía no se cuanto cuestan veinte empanadas y media si cada empanada y media cuesta centavo y medio.Abrazos
ResponderEliminarHola Nana. Gracias por el comentario.... yo creía que nadie se acordaba de este blog, jejeje, ni yo. Pero a veces lo intento recatar por un instante.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
PD: Qué es lo de las 20 empanadas y media?